miércoles, 7 de enero de 2009

La invasión a Gaza, sueños truncados.







Hace mucho que no recordaba o más bien no contaba con la sensación de responsabilizarme de mis manos y mente para escribir algo que realmente valiera la pena, que contribuyera a que la razón de quien lee esto, tome sentido y deje atrás las vanidades tontas y estúpidas que generalmente se apoderan de estas épocas, donde el consumismo es más grande que el hambre sufrida por los niños, no solo de África, de países tercemundistas e incluso los de primer mundo, basta salir un momento y caminar por la ciudad  dirigirse a una esquina y observar esas pequeñas masas de carne con dos pies, vendiendo, que se yo, lo que puedan o pidiendo dinero para comprar el tiner, liquido milagroso que los aleja de su realidad y la nuestra, pienso, creo que es necesario ocupar mi "talento" en algo productivo.

 Pues bien, hace un mes estaba invadida de sentimientos impulsivos, creía que la vida solo se basaba en el ser amada, amar, "era feliz", a bastantes ya aburrí con este tema y la verdad es que a mi ya me resulta algo simple de explicar, que va, no miento hace unas horas me sentía así, hasta que mi padre llego con el periódico del día "6 de enero de 2009", con el encabezado "La invasión a Gaza cobra mas vidas de niños", esto llamo mi atención, hace mucho que mis ojos no se enfocaban a cosas normales, normal es lo que vivimos actualmente, eso es normal, "secuestros, guerras, asesinatos, violencia", inmediatamente deje de pensar y comencé a hojear el periódico, las imágenes llamaron extraordinariamente mi atención, imagine a todas las familias mexicanas partiendo la rosca de reyes, a los niños del futuro jugando con su Xbox, probando la cámara de su celular o aquellos que corrieron con mejor suerte interactuando con vídeos estúpidos de YouTube, observandolos cómodamente en su iPhone, mi cuerpo se heló e inmediatamente la agnición de él periódico me transporto a Gaza, padres desconsolados con sus hijos en brazos, llorando, cargando aquellos cuerpos sin vida, que en algún momento eran su vida, sabanas blancas o rojas que cubrían sus rostros destrozados por las balas, miradas idas, solitarias, realmente me aterro saber que al otro lado del mundo, este se dividió, donde la felicidad solo se podría considerar una peripecia, debemos tomar conciencia de lo que realmente vivimos, adaptarnos a esta "normalidad", dejar de pensar en como conseguir tal juego para esto o que marca de ropa usamos, debemos abrir los ojos y escuchar con ellos, con todos nuestros sentidos lo que esta pasando actualmente, y si el mundo se esta acabando o no,  así que me pondré a pensar ¿que sera del presente de aquellos niños?, ¿que sera del presente de esos niños con juguetes nuevos?....


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