Foto: Richard Billingham.
Él:
¿Cuál es la trampa en todo esto?, cierro los ojos me imagino, mi estomago revuelve todos los olores, sensaciones, movimientos, todo se vuelve tan constante que los segundos son como los siglos, transcurren lenta y silenciosamente tu mirada, la distancia es agobiante, la incertidumbre mi única compañía, que mas da si te digo que extraño tu piel o a esos labios, los cuales, cada vez que los recorría explotaban como un volcán, que mas da si te confieso mi amor, mi fidelidad si tu no me permites sentirme en libertad, que mas da amarte otra noche mil y una mas, si tu no proclamas ni un solo suspiro, agonía se ha vuelto tu única analogía...
Y la noche transcurre lentamente, y mis pies se llenan de piedras, no se como dar el siguiente paso, no se como respirar o simplemente orinar, ya no se quien soy ni por que estoy postrado en un colchón lleno de tu olor, de caricias representadas por las sabanas, y no se que mas, no se como aniquilar, el tiempo, las noches, tu recuerdo; no de eso nunca sería capaz soy tan cobarde de tan solo pensar en intentar olvidarte, que tan solo imagina como mis manos tiemblan al pensar que las introducía en mi boca para intentar vomitar el alma que tanto te idolatra...
No tengo miedo a amar, no tengo miedo a vivir, simplemente es que no te tengo, no me encuentro, simplemente...
Ella:
Y no es necesario fingir apatía y avaricia entre las miradas distantes que poco a poco se hunden en un laberinto frustrante, tampoco es necesario provocar que la piel despierte con tus suspiros que me podrán engañar o que en realidad me intentan demostrar que hay días: "En los que la soledad se puede sentir acompañada." ¡Cierra los ojos!, mi mente me lo ordena cada vez que reposa mi cabeza, y te intenta percibir, mi alma escuálida, llena de caminos recorridos por los años, de sensaciones entregadas a siete hombres, de tacto sin alma sobre siete falacias, de siete "te amo" pronunciados, cada uno con el mismo tono, la misma cara, el mismo beso, la misma sensación de desolación; se intenta contener. Podrás, podré, tener miedo, en instantes voltear y recordar, regresar a el presente y comparar, sonreír y fingir, yo quiero que todo eso se detenga, quiero convencerme de que no soy tan mala para ti, de que realmente puedo hacer mucho más que ella, el miedo me congela, me bloquea, no quiero despertar de lo que siempre soñe, mis ojos silenciosos te esperan, mi tacto te acaricia lentamente, noche a noche respiro y te pienso, mi piel tiembla, vibra, el estomago ya no puede contener tantas emociones, tan solo quiero gritar confesar, que no te dejo de pensar, que en las madrugadas despierto inecesariamente y tu olor me invade, que entras cada noche por la ventana representado por el viento, me acaricias y mil orgasmos se producen en mi piel, estoy cambiando, mi cuerpo esta cambiando, absolutamente todo en mi se transforma y simplemente...
"Todo llega a cambiar"
