viernes, 21 de mayo de 2010

Soledad.



Tu olor persiste en mi memoria
nerviosa es tu ausencia
Son largos los días en que te guarda mi memoria y no te tengo
Es corto el olvido de aquellos ojos tan tenues

Tangentes, transparentes como el alma mía llena de ira, temor, rabia.

Llena de fe y falacias.

Tu memoria persiste en mi olvido, atrapada una y otra vez, no hay salida, solo una constante, solo dos incógnitas y una exclamación, tu.

Tu persistes en mi memoria, eres todo en mi, lo voluntario e involuntario, siempre pienso en ti y no en nosotros, no en nuestros rostros no en las almas ni en las caricias que están tan falsas tan podridas tan perdidas.


Tu rostro es incierto, es desierto, desaparece, es frío por las noches, desairado en inviernos

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